martes, junio 17, 2014

Cadencia

La cadencia contenida en ese mar inmenso que es su cama,
los besos que incitan ahora y después calman.
El deseo en las puntas de sus dedos,
dibujando,
escribiendo en ese lienzo que es su espalda.
El néctar que sacia el alma,
los dientes que marcan,
que tatúan círculos dentro de un círculo.
El pecho que se ofrece con vehemencia,
que exige ser besado,
tomado entre las manos, venerado.
Los sonidos en la noche emitidos al oído,
los suspiros y de repente todo acaba.
Hay silencio y la respiración entrecortada se pausa,
la cadencia regresa
Los párpados caen . . . todo calla

Excepto tu nombre en mis labios, en mi piel, en mi alma.