Quiero tener la sensibilidad para interpretar las señales que me da la vida, el lenguaje del Maestro es tan sutil que me pierdo fácilmente en sus palabras y aunque de repente incluso para mi el mensaje es claro, mi mente y mis deseos enturbian rápidamente esa claridad.
Entonces mas o menos sé de que se trata todo esto y mi corazón late deprisa, mis manos sudan y una inmensa alegría desborda mi corazón para inmediatamente después sentir el característico dolor en el pecho.
Si, adivinaron, integración.
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