En lo alto el viento y las nubes se funden en amoroso abrazo y forman mágicas figuras que cuentan de la vida, del amor y las estrellas.
Hay días en los que llueven risas y otros en los que llueven lágrimas, se mueven, se mecen, se escuchan sus sonidos y la tierra tiembla.
En la intimidad de la noche a veces son sorprendidos por los fugaces rayos y al coro se agrega el celoso trueno.
Así los días, así las noches.
Y yo sentado en un viejo tronco veo dragones en el cielo.
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