Mi mundo se cae a pedazos a mi alrededor y yo traté de detenerlo, hoy esta cadena de acontecimientos es imparable y sólo puedo pararme en algún lugar seguro y observar como caen una a una todas las torres que eregí.

El dolor en el centro de mi pecho es intenso y las lágrimas no salen, pero por otro lado sé que esto es lo mejor, una parte muy sabia de mi lo comprende a la perfección, otra no y estoy que reviento.

Sé también que quiero hacer cambios radicales en mi vida, crecer duele, hoy duele mucho.