viernes, marzo 17, 2006

Regreso

Siempre me pasa, voy dejando el mar poco a poco, como la arena húmeda que se seca al Sol en la piel. Me resisto a que Veracruz abandone mi piel, mi corazón y por las mañanas aún escucho el mar mientras me baño, no obstante el Sol es el mismo en éstos días me acaricia distinto y escucho el llamado de cien mil sirenas dentro de mis venas que me obligan dirigir mis pasos hacia el mar . . . escucho su canto . . . busco sus cuerpos y el gris concreto me trae de vuelta a la realidad.