Era domingo, las 10 más o menos y yo apenas estaba levantando el párpado, después del consabido beso de buenos días prendí la tele para ver Discovery Channel o Animal Planet o cualquier otro canal que muestre violencia saludable (animalitos comiéndose unos a otros nomás porque tienen hambre) o el proceso de ingeniería que conlleva el realizar obras monumentales (es decir, como se hacen unos puentesotes o barcotes o edificios enormes o como es que corre un Ferrari a mas de 300 km/h).
Sentía mi mente a miles, millones de kilómetros de distancia de mi cuerpo, ese estado me fascina, pero tiene ciertos inconvenientes.
En eso estaba cuando de la nada de mi boca salió no se que palabras ininteligibles incluso para mi, por supuesto nadie me entendió y preguntaron ¿qué dijiste? Y entonces surgió:
“Nada, un pensamiento interno exteriorizado”
Bendita mente a millones de kilómetros de distancia.