domingo, mayo 02, 2010

El viernes viajé a Querétaro, fue un viaje rápido, cansado, lleno de expectativas, fue un día curioso, día del niño, actividad poco normal supongo, conocí varias colonias, manejé mucho entre sus calles, me orienté rápidamente, como siempre me pasa mi alma sigue de viaje, ya no estoy seguro si apenas va o viene de regreso pero hoy estoy sentado en la sala de mi casa y yo estoy en algún lugar entre el Defe y Querétaro, volando cielos azules, vientos nuevos.

El coche excelente, mantuvo sin problemas altas velocidades y no fui más rápido por las galletas marías que tengo por llantas, tenía miedo de regresar cansado pero logré mantener la concentración todo el tiempo, me gusta viajar, manejar rápido, escuchar el motor por encima del viento y perderme en mis pensamientos mientras viajo raudo por el tiempo.

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