sábado, noviembre 05, 2005

Una Vida

Tengo muy buenos amigos, me los he buscado bastante raros, todos ellos.
Algunos me hablan, la mayoría no, Tere se enoja porque soy yo el que los busca, a mí me molestó mucho en su momento el darme cuenta que efectivamente si no les hablo, nomás no me buscan. Hasta que comprendí que yo los escogí así, ahora ya no me importa, me gusta el que aún después de meses de ausencia, los sueñe o me los encuentre en Internet o en cualquier otro lugar y nos hablemos como si justo ayer nos hubiésemos quedado de ver.
Entonces nos ponemos al tanto de lo que ha pasado con una emoción propia de chavitos.
También sucede que de repente me pongo inquieto y ronda en mi cabeza y en mi cucharón la idea de "le voy a hablar a. . .".
Mi querido amigo Neto está en Estados Unidos, se fue a mediados de este año y por cuestiones de trabajo y mudanza, no pudimos despedirnos, desde hace varios meses no sé nada de él, hasta hoy.
Me lo encontré en el Mess y platicamos.
Es papá, su hijo se llama Alejandro Joseph y está luchando con toda la fuerza que contiene un cuerpecito de 39 semanas por salir adelante, Neto es un hombre fuerte que no suele pedir ayuda, me duele estar tan lejos.
Así que hay una nueva vida que celebrar en este mundo, hay una nueva esperanza para el mundo, hay una razón para mirar al cielo como si fuese nuevo y orar a los Dioses por que Alejandro esté bien, para que sea lo mejor para él, para que disfrute su estancia en este mundo, para recordar a los amigos y decirles, aún a la distancia, estoy contigo hermano.

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