viernes, noviembre 24, 2006

Lo conocí realmente hace aproximadamente un mes, le dio un infarto y en lo que llegaba la bendita ambulancia me dediqué a darle Reiki, la ambulancia llegó a la hora y él tomó dos sublinguales, lo llevaron al hospital y salió adelante, de ahí a la fecha nos dedicamos a procurar que en la empresa estuviera perfectamente ubicado, afortunadamente el problema fue colocarlo en un departamento ya que sus habilidades le permitían estar prácticamente en cualquiera, así pasó una semana hasta ésta, el martes no llegó, un problema gastrointestinal; el miércoles en el hospital, el jueves murió después de 6 paros respiratorios, tenía 33 años y era un hombre agradable, tenía un grave problema de artritis que lo obligaba a utilizar andadera, llegaba siempre a las 7:30 de la mañana cuando la hora de entrada era a las 9:00, siempre sonriendo y amable.

Salvador ha muerto.

Buen viaje hermano.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Ya no hay mitos
ni siquiera superhéroes,
estamos acoplando la forma
y el fondo nos importa un carajo

Perduran la máscara y el disfraz,
entre las células y los órganos
hay una unión de botones de colores en ojales cuadrados;
los huesos y los músculos son atados
por diminutos lazos de hilo
(telas irrompibles de arañas
descritas en los evangelios)

Y la piel, definitiva y magna,
es ó un código de barras ó un billete de entrada
ó una orden de ejecución

Poesía ni siquiera descriptiva
poesía de rigor,
haciendo inventario de las cosas
obviando los versos de las posibilidades

Entre un héroe y un hombre común
hace falta la casualidad
y yo, que enumero al héroe y al hombre
no encuentro más o menos diferencias;

las casualidades se me escapan
porque son muy obvias
o porque son villanas
o porque hay una astrología que no me convence
o que no me conviene

Escorpio:
Estás sin haber llegado y partes sin saber a dónde

Un tren descarrilado, un niño inocente,
un infeliz sin reina que se tira de un puente
hacia un suelo en donde las hormigas celebran
que la suya, la reina de reinas, quedó intacta
en la última campaña de la conquista

Intacta o casada con el tuerto, en este mundo de sordos,
qué mas da...