Me fascina manejar en carretra y me gusta hacerlo rápido, he limitado mi velocidad a 160 km básicamente por el tipo de coche que tengo, este último es viejo y aunque conozco su mantenimiento prefiero no subir de esa velocidad, aunque siento que puede ir tranquilamente a 180, en fin, el punto es que mi alma se rezaga cuando viajo en carretera, esto sucede cuando viajo a un lugar que me gusta, entonces mi cuerpo viaja rápidamente por el aire o la tierra pero mi alma deja el lugar casi caminando, es una sensación extraña el estar aquí pero también caminando por la carretera alejándome de ese lugar y de esos olores, colores y sentimientos.
La primera vez que lo identifiqué plenamente fue cuando regrese de Veracruz, estuve allá un par de días y después regresé pero mi alma se quedó allá un par de semanas, yo amanecía y juraba que estaba en Veracruz.
Veracruz es mágico y tiene una parte mía allá.
Conozco algunos Estados y en ninguno me ha pasado como en Veracruz y ahora Querétaro.
Estoy pero no estoy y llego a la ciudad como un extraño, estoy entre el defe y Querétaro y no me gusta, pero también sé que esto pasará, lentamente quizá y poco a poco mi alma se integrará a mi cuerpo y mi hogar será nuevamente, dónde estoy yo, no importando latitudes.
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