Es la historia de un empresario que empieza a tener un romance con su secretaria y la esposa lo cacha porque le regala (a la secretaria) un brillante o algo así y a ella ¡¡un cd!!
Drama, se separan y quizá regresen, no se sabe, TH dijo que se lo merecía . . . yo creo que no, el punto en el cual nos enfrascamos TH y yo fue en el regalo, y desde que la vi he estado pensando al respecto, no continuamente por supuesto y hoy en el baño me asaltó de nuevo esta cuestión.
Me aventé una disertación filosófica muy sabrosa y estas son las conclusiones:
Ser amante es fácil, generalmente uno esta de buenas, se viste bonito, sonríe, se dicen cosas hermosas, agradables y uno trata de complacer a la otra persona, tener una pareja es mucho más complejo, se pasa mucho tiempo con ella/él y las fricciones surgen irremediablemente, pero también es cierto que uno dedica más tiempo (para bien o para mal) a la pareja y es normal que uno trate de compensar al amante con regalos, es como el papá que se ha divorciado que cuando ve a sus hijos los llena de mimos y regalos, la mamá no puede hacer eso todos los días.
Lo sé por experiencia, ambas, lo de los amantes y lo del papá divorciado.
Solución: Lo mío lo mío son las comunas :D
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