sábado, septiembre 26, 2009

. . . los niños escucharon el bramido a lo lejos e inmediatamente sintieron el rugir de la Tierra misma, se quedaron muy quietos unos segundos aguardando el segundo bramido y cuando éste llegó todos gritaron y corrieron hacia el cauce del río. . .

. . . las ramas les golpeaban la cara, sus pies conocían bien el camino y sorteaban piedras y raíces, se acercaban al lecho del río. . .

. . . el bramido continuaba y parecía no terminaría jamás, algunas piedras empezaban a caer de los costados de las grandes paredes pero a ellos parecía no importarles nada excepto llegar . . . milagrosamente seguían todos juntos. . . faltaba poco. . .

. . . el lecho del río tenía piedras grandes y planas, con bordes redondeados por la poderosa corriente pero estaba seco desde hacía varios meses. . . los niños llegaron y se colocaron en el centro del lecho, con sus pechos subiendo y bajando por la frenética carrera, se miraron unos a otros con expectación y uno de ellos miró hacia el norte y sonrió. . . se colocaron uno junto al otro y observaron el enorme caudal que venía hacia ellos con rapidez, un viento de dulce aroma lo antecedía y ellos ahora reían a pulmón mientras corrían una vez más al encuentro de la pared de agua. . .

. . . el agua era dulce y tremendamente fresca sin ser fría y los envolvía en un poderoso abrazo y ellos todavía riendo remontaban la corriente poderosamente como sabios salmones y mientras reían sus cabellos tomaban el característico color azul que los distinguía y mientras eran revolcados por el poderoso caudal todos reían . . .

. . . el río tomó nuevamente su cauce natural y ellos salieron como pudieron del agua y se dejaron caer en la cálida rivera, tomando poco a poco aire nuevamente, se observaban unos a otros y pronto todos estuvieron riendo por lo azules que tenían los cabellos y las franjas verdes y amarillas que algunos tenían en el cuerpo a Tomás las uñas se le pusieron amarillas y a Carlos los ojos se le veían verdes. . . uno a uno se alejaba de la rivera dejando tras de si huellas multicolores que brillarían en la obscura noche durante muchas muchas noches. .

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