viernes, septiembre 10, 2010

Este dolor en mi pecho
no es mujer, no es hombre
quizá lo fueron, contribuyeron.

Este dolor es rancio, es viejo
este dolor es la imagen que tenía de mi y no soy
es lo que Soy y no soy.

El espejo me devuelve roto mi reflejo
creo romperme al observarlo en el suelo.

Me duele, me parte,
ahoga los gritos,
me deja con las manos inertes,
los hombros caídos.

Semiconsciente tomo lo que queda del reflejo
y abro mi vientre de extremo a extremo,
gruesos gusanos blancos desbordan el suelo
salen hirviendo.

La imagen que tenía de mí se consume
se desgrana con los gusanos que regresan al suelo. . .

Llego con paso firme, sereno,
parado . . . observo . . .

Lo que creí ser, se funde,
regresa al suelo,
lo que soy, permanece,
es la promesa siempre latente . . .

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