Hoy medité muy rico mientras lavaba los trastes, dejé en manos del Padre todo aquello que no puedo manejar o que no sé manejar, en este momento me siento increíblemente mejor, mientras meditaba reconocí un patrón de . . . ya se me fue la palabra. . . las trampas de la mente. . . un patrón de carencia (ja, la mente no contaba con google y los diccionarios de antónimos) muy fuerte al que recurro cuando me siento triste o confundido, es como regresar a un lugar conocido aunque incómodo.
Bien, ahora que está reconocido es mucho más fácil cacharlo y después vendrá el reconocer los motivos, así como también será mucho más fácil salirme de ahí.
Por el momento estoy fuera y contento de haberlo descubierto.
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