Navego por este inmenso mar y son las nubes quiénes me cuentan has surcado estos cielos, confieso que en algunos momentos has sido el viento que impulsa mis velas, otras eres la estrella que pone el rumbo en mi cielo, ambos estamos, navegamos juntos y tú nada sabes de mí y yo sé lo que dejas escrito en el viento y de este acompañarnos he llegado a amarte a buscarte en el cielo o esperar ese sonido que me indica acompañas el viento.
Es de noche, la mar esta en calma, mi cielo estrellado y tú no estas en él, las velas dormidas y tú no estás en el viento y sin embargo suelto estas palabras al cielo, al mar entero en agradecimiento.
No hay mayor intención, sé que vendrás, en estrella o en viento, nada sabrás de mi salvo quizá que soy un barco en el infinito azul de este oceáno inmenso.
Tú tendrás tus estrellas o tú viento o quizá sea un aliento . . . al final, vela o viento, estrella o cielo todos navegamos este hermoso oceáno. . .
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