jueves, enero 28, 2010

Tengo arena en lugares inimaginables. . .

El Desierto muestra noches espectaculares, llevo más de 30 días en este andar y las señales en el cielo me indican seguir caminando, tengo una extraña sensación, mezcla de certeza y expectación, sólo en este lugar se puede llegar a sentir esto.
El viejo camino ha desaparecido y decidí tomar un nuevo rumbo, hace días me encontré entre seguir dos caminos, el viejo que transité hace años y un nuevo sendero, opté por el segundo y en este momento sólo las estrellas me guían.

En esta soledad, en medio del silencio sólo mis palabras resuenan, en un principio éstas eran sólidas y fuertes, día con día han perdido fuerza y están próximas a convertirse en un susurro, pareciera que el viento las pule y poco a poco pierden sentido, el silencio se apodera también de mi mente y amo eso, en medio de esta nada, que al principio era densa y casi impenetrable, voy descubriéndome, voy aceptando más a fuerza en un principio que por convicción las diferentes facetas que tengo.

Hoy ví una vieja estrella en el firmamento, apareció de repente, mientras daba mis últimos pasos del día, quizá mañana la vuelva a ver.

Voy sonriendo más a fuerza que de ganas, deseo de todo corazón que mañana el Sol ilumine mi cara sonriendo.

No hay comentarios.: