sábado, junio 06, 2009

Observo pasar los besos presurosos detrás de la ventana, se ven felices en parvada, hay besos solitarios que de repente se apoyan en el hombro como si fueran pericos piratas, pero ellos susurran palabras ininteligibles que igual hacen reír que llorar.
Otros son como palomas mensajeras pero éstos se estrellan contra tu cuerpo de manera por demás desordenada, a veces chocan contra la boca, pero igual puede ser la mano o el pecho o un brazo o la cabeza, es un tanto doloroso cuando lo hacen en la oreja, sobre todo si el mensaje que traían era un beso tronado, estos besos son un desastre, los amo.
Dicen que tiempo ha se podían ver manadas de abrazos pastando en este enorme valle, ahora tienes suerte si puedes ver uno real, lo que pasa es que hay falsedad disfrazada de abrazos y las nuevas generaciones tristemente piensan que eso es un abrazo. . . yo tuve la fortuna de ver uno, él no me había visto y caminaba directo hacia mi, decidí quedarme completamente quieto, en una de esas pensaba que era un abedul joven, se siguió acercando hacia mi, cuando se dio cuenta de que era un hombre resopló desconfiando (los abrazos fueron expulsados de sus territorios nativos) pero su instinto pudo más y tocó mi piel, nos fundimos, fue maravilloso.
También había caricias en el valle, cruzaban en manadas extraordinarias y no se paraban con nada, así que cuando había estampida Nuestros Ancestros corrían hacía ellas y salían a veces desnudos o con la ropa hecha jirones pero felices, ahora las caricias están confinadas en pequeñas jaulas y no se les permite juntarse.
La exclusividad ha causado estragos entre todos estos hermosos animales, ni siquiera puedo hablar del amor, pastura de cada uno de ellos.

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