martes, octubre 06, 2009

Ayer estuve en el centro, ese lugar mágico y antiguo que contiene innumerables historias y aún más productos, la gente es distinta ahí, se mueven de otra manera y sólo es eso, son distintos y yo amo eso.

Caminábamos por una calle vieja franqueada por casas que seguramente hace muchos años fueron maravillosas, tiendas y tienditas llenas de chucherías una detrás de otra, llamó mi atención un letrero que decía "Tiendita" y una flecha que apuntaba hacia dentro de una pequeña puerta, mientras caminaba y pasaba por ahí mis ojos siguieron la flecha y entraron al lugar, mi cuerpo paro porque no veía dónde ponía los pies, así que decidí entrar . . .

Un par de metros y literalmente uno está en otro mundo, el bullicio se apaga súbitamente, me refiero a que uno da un paso y no se escucha nada, el largo pasillo, luminoso contrasta brutalmente con el gris de afuera, una enorme noche buena cubre en parte el pasillo y deja caer bajo de si una agradable sombra, una noche buena despistada abre perezosamente por entre las ramas de su Madre, no es sólo lo arquitectónico, ese increíble pasillo tiene algo más, está en otra dimensión, en otro mundo, es otro el aire que se respira ahí. . . me obligué a salir de ahí y mientras mis pies me obedecían a regañadientes recordé una canción de Groove Armada (Sex and the city theme)

Regresaré para tomar una foto.

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