viernes, julio 24, 2009

Llueve intensamente, la temperatura ha bajado y los dragones surcan poderosamente el cielo, sus rugidos iluminan el gris obscuro y estremecen las ventanas de mi oficina.

Hacen suyos los cielos y nadie, nadie se atreve a desafiarlos, aún así, vuelan presurosos y en cerrada formación disfrutando su libertad, si uno presta atención puede ver las grandes alas batir el cielo, en tierra uno puede saber de su presencia no solo por los rugidos sino por cómo cae el agua.

Hay una tensa calma en el ambiente, incluso las gotas caen de manera distinta.

Amo cuando llueve.

La noche será estruendosa y azul, lo sé.

El buen poeta es el que tiene la habilidad para transmutar el sentimiento que lo embarga y casi lo vuelve loco en palabras, colocarlo en una hoja en blanco, no es técnica respecto a las palabras, es técnica respecto a los sentimientos, es llorar y después de hacerlo poder escribir, es volverse loco en el intento y después de hacerlo poder regresar a este mundo y poder ver a los demás como seres humanos y no como remedos de lo que nos llevó a esos lugares.

Yo no puedo regresar tan fácil, aún me cuesta trabajo transmutar lo que siento en palabras y me desgarra y encabrona, todo queda atorado en el pecho.

jueves, julio 23, 2009

Observarte es observar el mundo entero, llevas en tu piel el color de la tierra,

con sus magníficas montañas y tus ojos que son profundos lagos,

eres un sueño y al despertar una pesadilla porque no yaces a mi lado. . .

Eres un espejismo y sin embargo existes, lo sé, lo siento en mi pecho.

En tu cara está dibujado el perfil de una leona, eres la Tierra y yo te observo llorando. . .

¿Qué es lo que guardan tus manos?

Me falta el aire . . .

Me pierdo en tu boca y me ahogo en tu aliento

y sé me cubres como el agua a la roca.

Eres inmensa, poderosa y a la vez tan frágil,

sé que jamás podré comprender tu magia e ingenuo pienso que podría poseerte.

Me duele el pecho. . .

viernes, julio 03, 2009

Desde hace tiempo tengo una mezcla de emociones como creo que nunca las había tenido, estoy en la licuadora emocional y paso de la alegría a la preocupación rápidamente, sé de sobra que es un ejercicio diario el ubicarse en el centro, yo lo hago diariamente (bueno, lo intento) y hay días que es fácil y otros increíblemente duro, ojalá pudiera componer piezas musicales, quiero transmitir lo que siento sin ponerle palabras . . . las juzgo no bien aparecen en este gran mar blanco.

Venga!!!

Termino hablando con quién no quiero sólo porque no puedo hablar con quien en realidad quiero o bien termino hablando solo. . . ¡Dioses! que complicado y sonrío mientras escribo esto.

Caminar. . . caminar por el viejo bosque. . . eso haré. . . pronto.

Mientras, sigo volando este nuevo cielo que está un poco más agitado de lo que yo hubiera pensado.


jueves, julio 02, 2009

Después de la explosión siempre tengo tu cálido abrazo y hoy dejé que éste me cubriera por completo, en un acto instintivo cerré los ojos y dejé que fueran tus miles de dedos los que calmaran mi cuerpo y pusieran paz en el centro de mi pecho. . . millones de pequeñas gotas inundando el ambiente, por primera vez en quizá cientos de años sonreí y dejé que el placer consumiera lentamente lo que quedaba de mi cuerpo . . . y fue así que desaparecí . . .