Desde hace algunos días traigo esto rondando la cabeza, me llama la atención la manera en cómo alimentamos el poder y nos metemos en problemas solo por no querer confrontar una situación.
Recuerdo cuando mi Madre y yo peleábamos; cosa que sucedía regularmente en cierta época de mi vida; después de varias discusiones fuertes note un patrón, llegaba un momento en que dijera lo dijera o hiciera lo que hiciera ya no había marcha atrás, la bola de nieve ya era enorme y no había manera de pararla, así que en esa época me enfoqué en no permitir que la bola creciera tanto, he de confesar que lo logré pocas veces.
Ahora noto ese patrón en diversas situaciones tanto personales como externas, es decir en el trabajo o en el país, noto por ejemplo que Colombia cedió poder ante las FARC y ahora la bola de nieve es tan grande que haga lo que haga el Gobierno siempre saldrá raspado, el Mundo le cedió el poder a Estados Unidos y todos pagamos consecuencias, los mexicanos al PRI, al PRD y en general a todos los políticos.
Alimentamos el poder tratando de evitar un conflicto que visto en perspectiva siempre será mucho menor al que se tendrá en un futuro no muy lejano.
Los mexicanos no estamos acostumbrados a la franqueza, la confundimos fácilmente con grosería, hay que hablarnos bien y bonito sin herir susceptibilidades, esto no es posible en muchos casos, hay diputados que son ladrones, si LADRONES pero no hay que decírselos de frente ni muy alto no vayan a sentirse ofendidos y llorar, hay gente que se mete en cuestiones que no debería pero un “que te importa” no es bien visto, aunque muchas veces solo se necesita eso para parar una relación que nos lleva a muchos problemas.
Ceder por evitar un problema es la mejor manera de alimentar prepotencias, es la mejor manera de crear gente chantajista que no se sabe chantajista, ceder en cuestiones en las que no se debe es postrarse a caprichos individuales solo por tener la incapacidad para ser claros en una exposición.
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