martes, marzo 24, 2009

Foto

Ví una fotografía espectacular de una hermosa mujer, ella está en traje de baño y sonríe, lo que más sobresale de la foto son sus hermosos y voluptuosos senos.

Un amigo vió la foto y de inmediato dijo "son falsos" yo me quedé pensando . . . con el paso del tiempo me he convertido en un senólogo casi experto, de la mano de Tere Hermosa he aprendido a distinguir unos de otros.

Si, me fascinan los senos y me gusta verlos (me gusta más tocarlos pero eso conlleva un gran riesgo), me gusta su forma, su tamaño, la textura, la caída, en fin, no es una obsesión (aunque quizá suene que si) es más bien un gusto refinado por esa parte específica del cuerpo de la mujer, en realidad nunca he llevado mi investigación más allá de lo teórico. . . quizá ya esté preparado para lo práctico . . . esteee. . . si, habrá que consultarlo, en fin, ese no es el punto.

El punto es que . . . quizá los senos sean operados, la foto tampoco permite tener mucha referencia al respecto, pero. . . si esos senos maravillosos estuvieran en mi boca o entre mis manos ¿realmente me importaría si son operados? no. . . yo creo que no, cuando hago el amor hay mucho más que los tamaños, he encontrado que un gemido, ciertos movimientos son mucho mucho más excitantes o desencadenan hechos tremendos que la sola medida de las cosas, así que en el fragor de la batalla poco me importaría si son operados o no, digo, mientras no sea como tratar de morder un balón de basket, estoy seguro, de que si me preguntara al día siguiente mi amigo: "Oye, si son falsos verdad" yo me cagaría de la risa, ¡que importa! son deliciosos!

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